domingo, 1 de junio de 2014

El tiempo y el olvido (constitución de uno mismo)

Después de leer este capitulo llamado ¨el deseo de eternidad y el olvido¨ del libro ¨La construcción de uno mismo¨ he reflexionado acerca de los actos que se convierten en recuerdos amargos y que nos inhiben a la hora de realizar nuestra vida y acciones como quisiéramos, que no nos permiten ser quienes somos en realidad.
Hay actos de los que nos arrepentimos por siempre, actos de los que no nos sentimos orgullosos y que queremos olvidar, rencores y deseos de venganza, pero la medicina para esta amarga sensación no es otra que la capacidad para olvidar, cuando olvidamos no tiene por que ser un acto de compasión por el prójimo, más bien sería un acto por nosotros mismo, por nuestro bien, ya que olvidando estos recuerdos, podremos actuar por nosotros mismos, sin estar atados a estas sensaciones.
Aquella persona que olvida es más feliz, se encuentra más a si mismo, sin embargo aquellos que se dejan llevar son amargados, más cercano a lo animal que a lo humano, y aquellos que viven por la venganza son la mínima expresión de lo humano,siendo suaves, se podría decir que te arruina la vida, es por eso que podemos olvidar.
En un mundo donde no se pudiera olvidar, viviríamos siempre dándole vueltas a los mismos inhibidores a las mismas tensiones y problemas.
El tiempo, es algo muy valioso, más valioso que el oro, porque cada segundo pasará una sola vez, y no volverá, cada instante será diferente a otro, lo que vivas en un segundo,minuto o año no se volverá a repetir, es por eso que debemos atesorarlo, y saber lo que vale, las sensaciones amargas, el dolor, los recuerdos felices o tristes, eso si volverá, pero no los momentos y las sensaciones subjetivas.
Los buenos momentos o los malos requerirán una inversión de tiempo en ello, es nuestra decisión el decidir en que invertimos este tiempo, por ejemplo al escuchar música que nos gusta, conseguimos unos momentos, unos instantes intensos y satisfactorios un tiempo bien invertido.
Concluyendo, pese a todos los  buenos momentos, malos o deseos de venganza este precioso tiempo, se acaba, por mucho que el individuo pretenda ser imperecedero, la muerte es un final inapelable, al que están destinados todos los individuos,como inviertas ese tiempo antes de este fin, es decisión  tuya y como decidas vivir, ya sea olvidando o atado a la venganza y malas sensaciones, depende exclusivamente de ti.

domingo, 9 de marzo de 2014

Un día en silencio

Pasar un día incomunicado, en silencio sin usar aparatos electrónicos y sin más que estar recogido en ti es realmente más difícil de lo que pueda parecer, el día que me tocaba a mi ya tuve el primer inconveniente al despertarme, necesitaba un brazalete pero no podía preguntar a nadie por uno, así que tuve que revolver media casa y al final me puse un pasada de mi hermana en el brazo, ya por el camino al instituto vi a un amigo por delante mía, para que no hubiera malentendidos preferí evitarlo y cogí por otra calle, ya en el instituto intentaron hacerme hablar, a lo largo del día en diferentes horas intentaban cogerme con la guardia baja para hacer que mediara palabra, más de una vez me tuve que morder la lengua cuando estaba a punto de pronunciar una palabra, ya en casa por la tarde, me dijeron que no tenía que hacerlo si no quería pero preferí seguirlo intentando, era un buen día para ver la tele, para jugar videojuegos o dar un paseo ya que era el día antes de un puente, pero no podía hacer nada, simplemente decidí ponerme a hacer cosas que tenía en la lista de cosas pendientes, como ordenar mi cuarto, arreglar el armario, me duche y aproveché para darme una ducha muuuuyyyy larga (creo que este mes el gas va a venir más caro...) y seguido me puse a estudiar, cuando me fui a cenar me lo tomé con calma y cuando acabé me fui a mi cuarto a seguir ordenándolo, hasta que finalmente a las 00.01 empecé a hablar y comunicarme de nuevo.
Esta experiencia me lleva a pensar que el ser humano esta hecho para comunicarse, ya que a lo largo del día me sentí frustrado e impotente porque necesitaba comunicarme para sentirme bien, todos necesitamos ser escuchados y lo contrario es motivo de infelicidad, somos una especie social, que necesita estar en grupo y no aislados aunque si es verdad que este día me llevo a profundizar en mi mismo y a conocerme un poco mejor.

Abrazarnos porque vamos a morir

Cuando nos abrazamos porque vamos a morir no es una muestra de afecto usual, se pretende que sea algo con lo que compartir la dura realidad de que vamos a palmar, criar malvas, morir... hay muchas formas de denominar este destino incierto y desconocido para todos pero real como la vida misma e inevitable, es muy fácil que esta muestra de afecto salga mal, ¨abrázame porque vamos a morir amigo¨ , lo normal es que sea tomado como una broma con el típico cachondeo o directamente te miren raro, pero si sale bien, realmente alivia la dura carga y es una muestra de afecto real, nadie sabe lo que va a ocurrir después de la muerte, puede que no haya nada, puede que después de esto se acabe todo, solo haya oscuridad, desde la visión cristiana habrá otra vida diferente después de la muerte, es cierto que no tenemos ni idea de lo que sucederá, es esto lo que hace tan desesperante la espera a este final, y es lo que hace que prácticamente todo el mundo intente hacer como si esto nunca fuera a pasar lo ven como algo lejano y que no sucederá hasta dentro de una vida pero... ¿Y cuando llegue este momento? el de aceptar la dura realidad, es por eso que esto de ¨debemos abrazarnos porque vamos a morir¨ a mi me ha ayudado a comprender que compartida esta carga es menos pesada y cuanto antes se asume que este momento llegará menos costará sobrellevarlo, también hay que asumir el peor de los casos que se acabe y no habrá nada mas, es el peor temor de cualquiera, ¿que será de mi? ¿que será de mi familia?, nadie lo sabe, por eso hemos de abrazarnos, porque todos y cada uno de nosotros vamos a morir algún día, unos antes otros más tarde pero nadie puede escapar a este incierto destino, por eso hemos de compartir la carga y abrazarnos todos, porque vamos a morir.